Artroscopia

Artroscopia

La artroscopia es una técnica mínimamente invasiva usada en cirugía Ortopédica y Traumatológica que consiste en la introducción de una cámara a través de una pequeña incisión en la piel de unos 5-8 mm que permite ver, estudiar y tratar la articulación en mejores condiciones que en la cirugía abierta tradicional.

Normalmente se necesitan al menos dos “portales” o incisiones para poder realizar la cirugía, aunque en ocasiones se precisa de algún portal más para poder realizar la reparación y tratamiento de las lesiones que podemos encontrarnos.

Es una técnica novedosa y moderna, muy relacionada con la medicina deportiva por ser menos invasiva que la cirugía abierta, lo cual aporta una serie de beneficios entre los que destaca la preservación articular así como la rápida recuperación.

Hombro

La articulación del hombro se compone de tres huesos: la clavícula, el omóplato y el húmero. El hombro es la articulación más móvil del cuerpo.

Las lesiones más frecuentes son las lesiones del manguito rotador, El manguito de los rotadores es un grupo de músculos y tendones que van pegados a los huesos de la articulación del hombro, permitiendo que este se mueva y manteniéndolo estable. Este tipo de lesiones pueden ocurrir sobre todo por movimientos repetitivos o sobre esfuerzos, puede producir lesiones crónicas como calcificaciones o incluso roturas tendinosas, las cuales requieren de cirugía para reparar (lesión del manguito rotador). Las lesiones del manguito rotador (más frecuentemente el supra espinoso) puede ser tratado mediante artroscopia con muy buen resultado. En ocasiones usamos aporte de Plasma Rico en Plaquetas para mejorar la cicatrización y recuperación de las lesiones del manguito rotador así como tratamiento aislado para aquellas lesiones que no condicionan una lesión completa de dichos tendones (lesión parcial).

Rotador

Inestabilidad de Hombro: en ocasiones se pierde la congruencia o estabilidad entre los huesos (glena-húmero). Este tipo de patología condiciona una urgencia que requiere “colocar” el hombro en su sitio. Normalmente, un episodio aislado no requiere ninguna actuación, salvo la reducción y la inmovilización durante 3 semanas (para que cicatricen los ligamentos lesionados). Pero en ocasiones requiere la reparación de esos ligamentos y estructuras del hombro (rodete glenoideo) mediante artroscopia para evitar más episodios de luxación. Este tipo de cirugía se puede realizar mediante artroscopia de hombro, con varias pequeñas incisiones por donde introducimos una cámara de visión junto con instrumentales de trabajo para poder realizar la reparación de ese fibrocartílago o ligamento lesionado.

La tendinitis del manguito de los rotadores se refiere a la irritación de estos tendones e inflamación de la Bursa (una capa normalmente lisa) que recubre dichos tendones.


Rodilla

Las lesiones más comunes que podemos tratar con la artroscopia de rodilla son las lesiones de menisco. Cuando hablamos de lesiones de menisco debemos se conocer dónde está la lesión a tratar. Si la lesión que presenta el menisco se presenta en la zona Roja-Roja, es decir, en la zona más gruesa y próxima a la pared de la articulación, se debe suturar para intentar preservar lo más anatómicamente posible el propio menisco.

Cuando la lesión se encuentra en la zona denominada blanca-blanca, la sutura del mismo con las técnicas de las cuales disponemos no va a poder dar como resultado la cicatrización y preservación del mismo, por lo que se recomienda realizar una meniscectomia (resección del trozo o fragmento lesionado).

Ambas cirugías tienen sus pros y sus contras, pero siempre debe prevalecer el principio de preservación articular, para así evitar la artrosis de rodilla.

Ligamentarias

Lesiones ligamentarias: las lesiones de ligamentos son bastante frecuentes a nivel de la rodilla, y muy temidas por las consecuencias que conllevan. Las lesiones que más frecuentemente solemos encontrar son las lesiones del Ligamento Cruzado Anterior o LCA. La lesión del LCA suele requerir cirugía para su reparación y reconstrucción, pues el LCA constituye uno de los elementos estabilizadores más importante de la rodilla. La reparación del LCA se realiza a través de Artroscopia, sustituyendo el ligamento roto por un nuevo ligamento, que puede ser obtenido del propio paciente (injerto procedente de isquiotibiales, o tendón rotuliano) o incluso de banco de tejidos. Al igual que el LCA, también se puede lesionar el Ligamento Cruzado Posterior o LCP, el cual también puede ser reparado a través de artroscopia con muy buenos resultados. En ambas situaciones, la aplicación de sustancias biológicas como Plasma Rico en Plaquetas o PRP facilitan la integración del nuevo ligamento así como aceleran la recuperación del paciente, por lo que está recomendado sobre todo en pacientes deportistas o con alta demanda.

Lesiones condrales: este tipo de lesiones condicionan lo que se conoce como artrosis. El cartílago es una capa nacarada que rodea los huesos en la zona de las articulaciones y que cumple la función de “almohadilla”. Esta capa puede sufrir lesiones derivadas de diversas enfermedades como infecciones, reumatismos, traumatismos,… pero sobre todo, lo más frecuente es que sufran lesiones derivadas del desgaste. Este tipo de lesiones pueden ser tratadas con diversas técnicas, las cuales siempre van a buscar la regeneración del cartílago que hemos perdido. Para ello podemos realizar raspado y “micro fracturas” que buscarán eliminar el tejido no viable y favorecer la colonización por células formadores de cartílago para “rellenar” el defecto condral.


Artroscopia de tobillo

Esta técnica se usa para patologías como lesiones del cartílago tanto en astrágalo como en la tibia (patología frecuente asociada a las fracturas de tobillo y a los esguinces de tobillo).

También podemos usar esta técnica para reparar aquellos ligamentos estabilizadores del tobillo que se han roto y generan una inestabilidad crónica (esguinces de repetición junto con dolor).


Artroscopia para liberación de Túnel Carpiano

El nervio mediano y los tendones que flexionan los dedos pasan por un conducto llamado túnel carpiano de la muñeca. Se realiza una pequeña incisión de aproximadamente 8mm en la palma de la mano, por la cual con ayuda del equipo de artroscopia se libera el ligamento que cubre el túnel carpiano. Esto alivia la presión en el nervio mediano.